lunes, 25 de marzo de 2013

Pocahontas: lectura y actividades

LECTURA 5: Pocahontas (Marcel Schwob), en el libro Vidas imaginarias*


Pocahontas era la hija del rey Powhatan, el que reinaba sentado en un trono hecho como para servir de cama y cubierto con un gran manto de pieles de mapache cosidas de las cuales pendían todas sus colas. Fue criada en una casa alfombrada con esteras, entre sacerdotes y mujeres que tenían la cabeza y los hombros pintados de rojo vivo y que la entretenían con mordillos de cobre y cascabeles de serpiente. Namontak, un servidor fiel, velaba por la princesa y organizaba sus juegos. A veces la llevaban a la floresta, junto al gran río Rappahanok, y treinta vírgenes desnudas bailaban para distraerla. Estaban pintadas de diversos colores y ceñidos por hojas verdes, llevaban en la cabeza cuernos de macho cabrío, y una piel de nutria en la cintura y, agitando mazas, saltaban alrededor de una hoguera crepitante. Cuando la danza terminaba, desparramaban las brasas y llevaban a la princesa de regreso a la luz de los tizones.


En el año 1607 el país de Pocahontas fue turbado por los europeos. Gentilhombres arruinados, estafadores y buscadores de oro, fueron a acostar en las orillas del Potomac y construyeron chozas de tablas. Les dieron a las chozas el nombre de Jamestown y llamaron a su colonia Virginia. Virginia no fue, por esos años, sino un miserable pequeño fuerte construido en la bahía de Chesapeake, en medio de los dominios del gran rey Powhatan. Los colonos eligieron para presidente al capitán John Smith, quien en otros tiempos había corrido aventuras hasta por tierra de turcos. Deambulaban por las rocas y vivían de los mariscos del mar y del poco trigo que podían obtener en el tráfico con los indígenas.
Al principio fueron recibidos con gran ceremonia. Un sacerdote salvaje tocó ante ellos una flauta de caña; alrededor de sus cabellos anudados llevaba una corona de pelos de gamo teñida de rojo y abierta como una rosa. Su cuerpo estaba pintado de carmesí, su rostro de azul; y tenía la piel salpicada de lentejuelas de plata nativa. Así, con la faz impasible, se sentó en una estera y fumó una pipa de tabaco.
Después otros se alinearon en columnas de a cuatro, pintados de negro y de rojo y de blanco y algunos por mitades, cantando y bailando delante de su ídolo Oki, hecho con pieles de serpientes rellenas de musgo y adornadas con cadenas de cobre.
Pero pocos días después, cuando el capitán Smith exploraba el río en una canoa, fue de pronto asaltado y maniatado. Lo llevaron en medio de terribles alaridos a una casa larga donde lo custodiaron cuarenta salvajes. Los sacerdotes, con sus ojos pintados de rojo y sus rostros negros cruzados por dos grandes franjas blancas, circundaron por dos veces el fuego de la casa de guardia con un reguero de harina y de granos de trigo. En seguida John Smith fue conducido a la choza del rey. Powhatan vestía su manto de pieles y aquellos que estaban alrededor de él tenían los cabellos adornados con plumas de pájaro. Una mujer llevó al capitán agua para lavarle las manos y otra se las secó con un manojo de plumas. Mientras tanto, dos gigantes rojos depositaron dos piedras planas a los pies de Powhatan. Y el rey levantó la mano, como señal de que John Smith iba a ser acostado en esas piedras y que se le aplastaría la cabeza a mazazos.
Pocahontas tenía apenas doce años y sacaba tímidamente la cabeza por entre los consejeros pintarrajeados. Gimió, se lanzó hacia el capitán y puso su cabeza contra la mejilla de éste. John Smith tenía veintinueve años. Tenía grandes bigotes enhiestos, la barba en abanico y su rostro era aguileño. Se le dijo que el nombre de la muchachita del rey, que le había salvado la vida, era Pocahontas. Pero no era su verdadero nombre. El rey Powhatan hizo las paces con John Smith y lo puso en libertad.
Un año más tarde el capitán Smith acampaba con su tropa en la selva fluvial. La noche era densa; una lluvia penetrante sofocaba todos los ruidos. De repente, Pocahontas tocó el hombro del capitán. Había atravesado, sola, las espantosas tinieblas de los bosques. Le susurró que su padre quería atacar a los ingleses y matarlos cuando estuvieran comiendo. Le suplicó que huyera si quería salvar su vida. El capitán Smith le ofreció abalorios y cintas; pero ella lloró y respondió que no se atrevía. Y huyó, sola, por el bosque.
Al año siguiente, el capitán Smith cayó en desgracia con los colonos y, en 1609, lo embarcaron para Inglaterra. Allí compuso libros sobre Virginia, en los cuales explicaba la situación de los colonos y contaba sus aventuras. Hacia 1612, un cierto capitán Argall, que había ido a comerciar con los potomacs (que era el pueblo del rey Powhatan) raptó por sorpresa a la princesa Pocahontas y la encerró en un navío como rehén. El rey, su padre, se indignó, pero no le fue devuelta. Así languideció prisionera hasta el día en que un gentilhombre de buena presencia, John Rolfe, se enamoró de ella y la desposó. Fueron casados en abril de 1613. Dicen que Pocahontas confesó su amor a uno de sus hermanos, que fue a verla. Llegó a Inglaterra en el mes de junio de 1616, donde despertó, entre la gente de la sociedad, gran curiosidad por visitarla. La buena reina Ana la acogió con ternura y mandó que se grabara su retrato.
El capitán John Smith, que estaba a punto de partir otra vez para Virginia, fue a rendirle pleitesía antes de embarcarse. No la había visto desde 1608. Ahora tenía veintidós años. Cuando él entró, ella volvió la cabeza y ocultó el rostro, no respondió a su marido ni a sus amigos y permaneció sola durante dos o tres horas. Después preguntó por el capitán. Entonces alzó los ojos y le dijo:
-Usted le había prometido a Powhatan que todo lo suyo sería de él y él hizo lo mismo; extranjero en su patria, usted lo llamaba padre; por ser yo extranjera en la suya, lo llamaré así.
El capitán Smith arguyó razones de protocolo, pues ella era hija de rey.
Ella continuó:
-Usted no tuvo miedo de ir al país de mi padre y lo asustó, a él y a toda su gente, pero no a mí. ¿Tendrá miedo, acaso, de que aquí lo llame padre mío? Le diré padre mío y usted me dirá hija mía, y yo seré para siempre de la misma patria que usted. Allá me habían dicho que usted había muerto...
Y le confió con voz baja a John Smith que su nombre era Matoaka. Los indios, por temor a que les fuera arrebatada por un maleficio, habían dado a los extranjeros el falso nombre de Pocahontas.
John Smith partió para Virginia y nunca más volvió a ver a Matoaka. Ella cayó enferma en Gravesend, a comienzos del año siguiente, empalideció y murió. Aún no tenía veintitrés años.
Su retrato está adornado por este epitafio: Matoaka alias Rebecca filia potentissími príncipis Powahatami imperatoris Virginie. La pobre Matoaka tenía un sombrero de fieltro, alto, con dos guirnaldas de perlas; una gran gorguera de encaje tieso y llevaba un abanico de pluma. Tenía el rostro afinado, los pómulos salientes y grandes ojos dulces.

*Vidas imaginarias es un libro compuesto por biografías de una serie de personajes históricos que han existido y sobre cuya vida existe una extensa documentación. En cada historia, Marcel Schwob no se centra en lo general, sino en lo particular de cada uno de sus protagonistas y agrega una cuota de fantasía. Schwob elige a varios personajes y los estudia a fondo, su época, sus costumbres, su vida. Después narra aquello que se ha dicho de ellos y que se acepta como real, pero añade anécdotas inventadas, cosas que podrían haberles ocurrido, pero no les ocurrieron.

 

ACTIVIDAD 7: Pocahontas

Leé la siguiente entrada enciclopédica sobre la vida de Pocahontas, publicada en Wikipedia.
Pocahontas (1595, Virginia - 21 de marzo de 1617, Londres) fue la hija mayor del jefe Powhatan, jefe de la confederación algonquina en Virginia. En lengua algonquina su verdadero nombre fue Matoaka, pero se la conocía por el apodo Pocahontas, que significa “pequeña traviesa”. Su vida ha sido llevada al cine en varias ocasiones: El nuevo mundo, de Terrence Malick, o las versiones de Disney en Pocahontas (1995) y Pocahontas II (1998).

De su infancia se conoce poco, tan sólo quién era su padre y que su madre fue expulsada de la tribu tras dar a luz, como era tradición. En abril de 1607, cuando tenía 12 años, los colonos ingleses llegaron hasta el territorio más tarde conocido como Virginia e iniciaron la construcción de una serie de asentamientos en la zona. La tribu liderada por el padre de Pocahontas secuestró a un líder colono llamado John Smith y fue llevado hasta una de las villas del Imperio Powhatan llamada Werowocomoco. Entonces, cuando Smith estaba a punto de ser ejecutado sobre una piedra, Pocahontas saltó sobre él para protegerle.

La única versión que hay de los hechos es la aportada por el propio Smith y desde la década de 1860 se ponen en entredicho tales hechos. Se piensa que John Smith exageró o incluso inventó la historia para beneficio de su amiga. Otros expertos sugieren que todo fue una confusión: aunque Smith creyó haber sido salvado, el hecho que presenció fue un ritual en el que se simbolizaba la muerte y el renacimiento como parte de la tribu. Sea como fuera, este hecho inició una amistad entre ingleses y nativos.

En 1608, con 13 años, Pocahontas avisó a Smith y los suyos que la invitación que habían recibido por parte de su padre para visitar Werowocomoco era una trampa para matarlos. Un año más tarde, Smith se hirió de una explosión de pólvora y se vio obligado a volver a Inglaterra por cuidados médicos. La versión que dieron a los nativos fue que Smith había sido secuestrado por un pirata francés y había muerto. Versión que Pocahontas creyó hasta que volvió a encontrarse con Smith en Inglaterra, esta vez como la esposa de John Rolfe.
Según William Strachey, Pocahontas se casó antes de 1612 con un guerrero de su tribu llamado Kocoum, sin saber nada más de su matrimonio. Sobre un posible affair entre Smith y Pocahontas no tiene ninguna evidencia histórica muy concreta, dado que esto sólo aparece en las obras de ficción hechas por productores como Walt Disney.

En marzo de 1613, Pocahontas vivía en una villa de los Patawomeck, una tribu nativa americana que había hecho tratos con los Powhatan. Cuando los colonos ingleses llegaron allí descubrieron a Pocahontas y, tras tenderle una trampa, la raptaron. En este período, un ministro inglés llamado Alexander Whitaker le enseñó acerca del cristianismo y fue bautizada como Rebecca. Fue, también, durante esta etapa en la que aprendió y perfeccionó su inglés. En 1614, Pocahontas conoció a John Rolfe y éste se enamoró de ella. El 5 de abril de 1614 mediante el matrimonio católico y ella pasó a llamarse lady Rebecca. Vivieron felices en una de las plantaciones de él y el 30 de enero de 1615 nació Thomas Rolfe.

Los patrocinadores de los colonos de Virginia empezaron a tener dificultades para atraer a nuevos colonos e inversores a Jamestown. Por ello usaron a Pocahontas cómo una evidencia de que «los nativos del Nuevo Mundo podían ser domesticados.» En 1616 la familia Rolfe viajó a Inglaterra. Acompañados por un grupo de once nativos, llegaron a la ciudad donde vivía John Smith y donde ella descubrió que él continuaba con vida. Él le escribió una carta a la reina Ana en la que solicitaba que Pocahontas debía ser tratada con el respeto de una visitante de la realeza.

Tras unos meses, John Smith y Pocahontas se reencontraron; pocos días después, se marchó junto a su familia. Falleció de una extraña fiebre (se cree que de Tuberculosis) con tan sólo 22 años. Catorce años más tarde murió, soltero, John Smith.


1-      ¿Cuáles son las principales diferencias entre los dos relatos? Hacé una lista de los momentos “imaginados” (es decir, basados en una ficción y no en una realidad) en el texto de Marcel Schwob. ¿Por qué creés que están amplificados literariamente determinados episodios y no otros?
2-      Elegí un personaje histórico que haya vivido hace mucho tiempo, buscá alguna biografía de él  y escribí su historia, al estilo de una vida imaginaria.